Manifiesto
El circo es Cultura, con mayúscula. Una de las artes escénicas con más historia y, al mismo tiempo, una de las más modernas y transversales. Un espectáculo total que en cada número muestra los límites de las capacidades físicas del ser humano en ejercicios llenos de belleza que, además, cuentan historias que nos conmueven. Una disciplina en constante evolución y capaz de emocionar de diversas maneras a distintas generaciones.
FiRCO es el evento de referencia para la comunidad circense latina a ambos lados del Atlántico y el mejor escaparate para las compañías que quieren desarrollar su trabajo en Europa y el mundo. El punto de encuentro para todos esos artistas que están renovando el lenguaje del circo, llenándolo de ritmo, integridad y pureza. Por eso, FiRCO es único y necesario.
En FiRCO creemos que el circo se construye en común y por eso creamos el ambiente y las herramientas necesarias para que todos y todas, tanto el público como los artistas que llegan de los 23 países iberoamericanos, formemos parte de una comunidad que haga avanzar nuestra pasión común. FiRCO es una experiencia única para los participantes, una ocasión para demostrar su talento a expertos y profesionales de Europa y una oportunidad para vivir plenamente el verdadero espíritu de convivencia y hermandad del circo.
FiRCO son tres días de espectáculos circenses de primer nivel en shows presentados por la fantástica artista multidisciplinar Raquel Molano y con la música en vivo de la Ombligo Orquestina. Un evento que convoca tanto a familias como a un público joven y fiel, con ganas de asombrarse, emocionarse y pasárselo en grande viendo y votando los mejores números del panorama iberoamericano.
Porque muestra los mejores nuevos números del circo iberoamericano. Porque convoca y fideliza a nuevos públicos que descubren su nueva pasión por el circo. Porque ayuda a consolidar la relevancia de Madrid en la escena circense nacional e internacional y a potenciar su desarrollo en la ciudad y la región. FiRCO es futuro porque concibe y propone el circo y la cultura en general como disciplinas de encuentro y desarrollo a partir de valores comunes que nos hacen mejores.