Marica busca unirse con su rueda en un movimiento continuo. Explora la relación entre ellas a través de los límites, buscando distorsionar las figuras clásicas de este aparato. Una relación conflictiva, siempre al borde del colapso y cercana al desequilibrio. Formada como gimnasta de trampolín, su paso por las escuelas circenses FLIC y CNAC le hicieron encontrarse con la rueda y moldear su relación a base de caerse y alzarse mil veces, siempre de forma diferente.